La recepción en España de la Adoración de los Magos de Seghers: tres ejemplos andaluces

Paulus Pontius según composición de Gerard Seghers. Adoración de los Magos, 1631. Ámsterdam, Rijksmuseum.

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En torno a 1630, el pintor flamenco Gerard Seghers (1591-1651) realizó un ambicioso cuadro de altar con el tema de la Adoración de los Magos para la iglesia de Nuestra Señora de Brujas (Fig. 1). La obra, claramente deudora de las escenográficas epifanías de Rubens, alcanzó una notable difusión en Europa y América gracias a su reproducción seriada. El principal vehículo difusor de la imagen sería una estampa grabada en 1631 por Paulus Pontius (1603-1658) (Fig. 2) que fue dedicada a su probable comitente, don Álvaro Bazán, II marqués de Santa Cruz, quien desempeñó un destacado papel como militar en Flandes durante la guerra de los Treinta Años. A la popularidad del cuadro también contribuyó la circulación de pinturas sobre cobre en mediano y pequeño formato que a menudo copiaban o recreaban obras de Rubens y su escuela. Ejemplo de ello es la serie de cobres flamencos que cuelga de los muros de la capilla doméstica del antiguo noviciado de San Luis de Sevilla, donde se puede admirar una copia con variantes del cuadro de Seghers.

Figura 1. Gerard Seghers. Adoración de los Magos, ca. 1630. Brujas, iglesia de Nuestra Señora.
Figura 2. Paulus Pontius según composición de Gerard Seghers. Adoración de los Magos, 1631. Ámsterdam, Rijksmuseum

La recepción en España del modelo de Seghers se constata de forma temprana, pues ya en el decenio de 1640 el escultor flamenco José de Arce (ca. 1607-1666) se sirvió de la estampa de Pontius para resolver la composición del relieve de la Adoración de los Magos del retablo de la parroquia de San Miguel de Jerez de la Frontera (Fig. 3). Teniendo en cuenta los orígenes neerlandeses del escultor, no sería de extrañar que él adquiriera la estampa directamente en Flandes antes de embarcarse en su aventura ibérica. Esta curiosa transliteración de una imagen bidimensional a otra tridimensional se advierte especialmente en la mitad inferior del relieve, donde el escultor copió el grupo escalonado de la Sagrada Familia y el resto de personajes que aparecen en primer término. Algunos detalles son sorprendentemente fieles al original, como el gesto del Niño que bendice a Melchor arrodillado o la gallarda pose de Gaspar, aunque Arce también se tomó la libertad de alterar ciertas expresiones, como ocurre con la mirada de Baltasar. Los mayores cambios se concentran en la parte superior del relieve, cuyo fondo arquitectónico está basado en otra estampa de la Adoración de los Magos grabada por Cornelis Cort sobre composición de Giulio Clovio, aunque en el personaje que se asoma sobre el vano superior todavía cabe advertir una vaga evocación de las dos figuras que Seghers ubicó escondidas entre las columnas.

Esta libertad para copiar e interpretar su Adoración de los Magos y fundirla con otros modelos también se aprecia en otras copias creativas conservadas en Andalucía. La que se exhibe en el presbiterio de la iglesia de San­ta María de la Mota de Marchena constituye una adaptación apaisada con ligeras variantes, aunque curiosamente reproduce la pintura de Seghers en el sentido correcto. Es posible que el copista se valiera de una estampa distinta, que tal vez copiara a la inversa el grabado de Pontius.

Figura 3. José de Arce. Adoración de los Magos, 1641-1648. Jerez de la Frontera, parroquia de San Miguel.

Un caso análogo encontramos en la pintura de la Adoración de los Magos conservada en la iglesia del antiguo convento cisterciense de San Bernardo de Granada (Fig. 4), tradicionalmente atribuida al pintor granadino Miguel Jerónimo de Cieza (1611-1685), aunque recientemente reconsiderada como obra juvenil del polifacético José Risueño (1665-1732). Mayer valoró este lienzo por su «buena composición», sin percatarse de que esta derivaba en realidad del cuadro de Seghers. Risueño interpretó esta fuente con cierta autonomía, pues redujo el marco arquitectó­nico a su mínima expresión y redistribuyó algunos personajes sobre el plano. Así, el an­ciano Melchor se sitúa aquí en primer término, reforzando la diagonal que forma con el grupo de la Sagrada Familia. Tras él aparece Gaspar, quien, al igual que en la pintura original, aparece sosteniendo una copa de oro y encarando al es­pectador. A su izquierda asoma un soldado de perfil, que también remite de forma evi­dente a la estampa, pero no ocurre lo mismo con el

Figura 4. José Risueño. Adoración de los Magos, ca. 1690. Granada, iglesia del antiguo monasterio de San Bernardo.

par de personajes que se disponen al fondo. Risueño reinterpretó sus tipos y los vistió de forma anacrónica, como demuestra la corbata francesa que luce Bal­tasar, popularizada en la corte de Carlos II en los años ochenta del siglo XVII. Su condición de obra temprana justificaría las debilidades de dibujo, habituales de la prime­ra etapa del artista, aunque en ella ya se atisban algunos estilemas que serán defi­nitorios de su personalidad, como el gusto preciosista por la representación de las telas y la joyería. A este res­pecto, hay detalles de la caracterización que resultan claves y que pueden tener su origen en la original síntesis que hizo Risueño de la pintura de Seghers. Así, mientras el flamenco tocó a Gaspar con un turbante y a Baltasar con una corona, el pintor granadino fundió ambos elementos en un solo, creando la original corona con turbante que ciñe Gaspar. Curiosamente, este mismo modelo de presea volvería a ser utilizado por Risueño en la Adoración de los Magos de la catedral de Almería (firmada en 1700), y en otra ambiciosa Epifanía de colección particular, cuya ejecución ca­bría situar ya en un momento de madurez, en torno a 1710 o 1720.

Estas tres copias andaluzas constituyen un indiscutible aval de la circulación y recepción de la pintura de Seghers en España, pero, al mismo tiempo, son testimonio del diferente talante creativo de sus autores, quienes en el proceso de copiado adaptaron y reinterpretaron el modelo de forma muy distinta, contribuyendo así a crear una constelación de variaciones, dispersas en el tiempo y en el espacio, en torno a un afortunado tema original.

 

Para saber más: 

García Luque, Manuel. “Fuentes grabadas y modelos europeos en la escultura andaluza (1600-1650)”. En: La consolidación del Barroco en la escultura andaluza e hispanoamericana. Granada: Universidad, 2013, pp. 179-256.

García Luque, Manuel. “El contexto creativo de José Risueño: a propósito de unas pinturas desconocidas”. Boletín. Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, 54 (2019), pp. 58-71.

Cómo citar: 

Manuel García Luque, «La recepción en España de la Adoración de los Magos de Seghers: tres ejemplos andaluces», Iconoteca CIRIMA: Circulación de la imagen en la geografía artística del mundo hispánico en la Edad Moderna, 2021. Consultado el: FECHA. URL: https://cirima.web.uah.es/iconoteca/la-recepcion-en-espana-de-la-adoracion-de-los-magos-de-seghers-tres-ejemplos-andaluces/

José de Arce. Adoración de los Magos, 1641-1648. Jerez de la Frontera, parroquia de San Miguel.

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